El Vino Bierzo Crianza Solar de Sael lo venden en unas botellas feísimas. Ves la botella y no te explicas como un vino de 10 euros lo metan en un envase tan poco atractivo. Son botellas de color negro con una etiqueta en gris.
El vino no está mal. Tiene un color rojo picota, con toques lilas que aprecias mirándolo al trasluz. Mi marido dice que le sabe a terruño. Huele a una mezcla de frutos silvestres, vainilla, chocolate y toffe. Tiene un olor muy dulzón, cosa que no me agrada demasiado. Tomas una copa y ya te llega. Empalaga. En boca lo notas intenso, se le nota mucho el equilibrio y concentración propia de cepas viejas viejísimas.
No os lo recomiendo ni os lo dejo de recomendar. A mi suegra le encanta. Por eso lo seguimos comprando. ella dice que lo encuentra estructurado, armónico, elegante y sabroso. Le gusta tanto que, si la dejas, te bebe ella sola la botella de 75 cl y se te pone piripi a más no poder.
A mí no me gusta. Como os dije, con una copa tengo de sobra. Encima me parece caro. Le sobra la mitad del precio que le ponen en todos los supermercados. Algunas veces lo encuentras de oferta. Las dos botellas que tengo en casa sin abrir las compré en una oferta de la segunda unidad con un 70% de descuento. Si me gustara el vino, en vez de dos botellas hubiera comprado cuatro.
Este vino gana en sabor si lo sirves un poquito frío. Mi marido dice que lo estropeo, pero no me importa. Lo meto en la nevera unos diez minutos antes de servir y no lo noto tan dulzón como cuando lo sirvo a temperatura ambiente. Mi suegra lo toma frío, a temperatura ambiente y como sea. Es un vino que nunca falta en su casa y que quiere en la mía cuando viene de visita.
El vino no está mal. Tiene un color rojo picota, con toques lilas que aprecias mirándolo al trasluz. Mi marido dice que le sabe a terruño. Huele a una mezcla de frutos silvestres, vainilla, chocolate y toffe. Tiene un olor muy dulzón, cosa que no me agrada demasiado. Tomas una copa y ya te llega. Empalaga. En boca lo notas intenso, se le nota mucho el equilibrio y concentración propia de cepas viejas viejísimas.
No os lo recomiendo ni os lo dejo de recomendar. A mi suegra le encanta. Por eso lo seguimos comprando. ella dice que lo encuentra estructurado, armónico, elegante y sabroso. Le gusta tanto que, si la dejas, te bebe ella sola la botella de 75 cl y se te pone piripi a más no poder.
A mí no me gusta. Como os dije, con una copa tengo de sobra. Encima me parece caro. Le sobra la mitad del precio que le ponen en todos los supermercados. Algunas veces lo encuentras de oferta. Las dos botellas que tengo en casa sin abrir las compré en una oferta de la segunda unidad con un 70% de descuento. Si me gustara el vino, en vez de dos botellas hubiera comprado cuatro.
Este vino gana en sabor si lo sirves un poquito frío. Mi marido dice que lo estropeo, pero no me importa. Lo meto en la nevera unos diez minutos antes de servir y no lo noto tan dulzón como cuando lo sirvo a temperatura ambiente. Mi suegra lo toma frío, a temperatura ambiente y como sea. Es un vino que nunca falta en su casa y que quiere en la mía cuando viene de visita.
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